La autonomía de las personas mayores, un derecho a proteger

Por la Dra. Margarita Murgieri, Presidente de la Sociedad Argentina de Gerontología y Geriatría
 
Dentro de los derechos de las personas mayores a ser protegidos se encuentra el de la autonomía
Es común confundir independencia con autonomía, cuando en realidad la primera depende de la capacidad funcional de la persona mayor, mientras que la segunda implica la libertad y voluntad de elegir. 
Acordamos que es más difícil respetar la autonomía cuando se está en una situación de dependencia y que ésta última vuelve más vulnerables a las personas mayores ante el desempoderamiento y la discriminación.
Los Estados, las familias, los cuidadores y los servicios sociosanitarios innumerables veces restringen la autonomía con una falsa idea de protección o, lo que es peor, con una generalizada idea de discapacidad solo por el hecho de ser mayor. 
Los mitos y prejuicios desempoderan y sustentan actitudes “viejistas”. La Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores reconoce este derecho en su artículo 7, cuando establece: “Los Estados Parte en la presente Convención reconocen el derecho de la persona mayor a tomar decisiones, a la definición de su plan de vida, a desarrollar una vida autónoma e independiente, conforme a sus tradiciones y creencias, en igualdad de condiciones, y a disponer de mecanismos para poder ejercer sus derechos”.
En el mundo se está poniendo en práctica el modelo de Atención Centrada en la Persona. Este nuevo modelo, y a la vez nuevo paradigma, consiste en centrar la atención sociosanitaria de los mayores en sus deseos y preferencias, lo que requiere un alto grado de flexibilidad, aceptación, conocimiento de la persona y empatía. 
El respeto por la autonomía tiene riesgo, un riesgo que debemos ser capaces de aceptar. Vivir conlleva riesgos; mucho más limitar las acciones con la excusa de no correrlos. 
El plan de atención en este modelo se denomina “Plan de atención y Vida”, ya que además de requerir una adecuada intervención interdisciplinaria, científica, basada en la evidencia y consensuada con el adulto mayor, incorpora los proyectos y necesidades percibidas por el mismo. 
Reconocer y fomentar la autonomía es dar poder a las personas para continuar el camino del desarrollo de sus potencialidades. 
 
 
 
Margarita Murgieri es Doctora en Medicina. Médica Especialista Consultor en Geriatría. Máster en Gerontología Social Aplicada (Universidad de Barcelona) Magíster en Género, Sociedad y Políticas (Flacso). Directora de la Carrera de Medicina de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Morón (UM). Profesora Titular de Geriatría y Gerontología de la UM.  Profesora titular en la Especialización en Psiquiatría de la Universidad del Salvador y el Doctorado en Investigación Gerontológica de la Universidad Maimónides. Presidente de la Sociedad Argentina de Gerontología y Geriatría durante el período 2018-2020.