Sujeciones físicas en personas mayores dependientes

Escenario actual, características, impacto y uso de alternativas posibles para un cuidado digno y con derechos

 

Mg Romina K. Rubin. Médica clínica. Médica Geriatra. Mg. en Gestión de Servicios Gerontológicos.

Directora Médica Del Hogar Ledorvador. Vicedirectora la Carrera de Geriatría de la UBA, sede Ledorvador

Lic Edgardo Di Virgilio. Especialista en Gerontología Social y Comunitaria.

Lic. en Gerontología. Miembro del Equipo Técnico, Dirección Nacional de Políticas para Adultos Mayores.

 

En nuestro país, la práctica de sujeciones físicas es de uso frecuente. Si bien no contamos en la actualidad con datos de su prevalencia dentro de las residencias de larga estadía, este factor preocupa debido al avasallamiento que se produce en los derechos de las personas mayores institucionalizadas.  Mucha menos información se tiene con praxis de cuidados dentro del ámbito domiciliario.

En el marco de los avances gestados, es preciso resaltar que las sujeciones físicas hasta finales de los años 90 sólo contaban con cierta relevancia ante un evento o proceso asistencial, sin ninguna normativa previa existente y dependiendo, en gran medida, de la sensibilidad y competencia de los profesionales intervinientes. Muchas decisiones se adoptaban unilateralmente (profesional a cargo) utilizándose distintos tipos de dispositivos o elementos no aprobados por los organismos competentes, y cuya finalidad práctica era otra, por ejemplo, sábanas, vendas, pañales, fajas, entro otros. Es precisamente en los albores del Siglo XXI cuando los distintos actores involucrados comenzaron a cuestionarse con mayor seriedad los efectos y consecuencias que producían en las personas usuarias el uso y aplicación de las sujeciones físicas (instituciones sanitarias, sociales, jurídicas, profesionales interdisciplinarios, familiares, usuarios).

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